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Este tipo de ritual pertenece a la Magia Blanca, teniendo las siguientes ventajas: opera con ayuda de las fuerzas elementales superiores, fuerzas angélicales ó santos (a gusto del solicitante), y por lo tanto es óptimo para quién no desea usar la Magia Negra para resolver sus problemas amorosos; al ser un ritual de Magia Blanca, también es indetectable (no puede ser descubierto por medio de lectura de cartas ni otro método de adivinación).

El elemento destacado en este ritual es el uso de velas e inciensos; en algunos casos por eso se le denomina en algunas partes como "velar" al ser amado (término sin ninguna relación con velar a un difunto); con velas y otros elementos reservados, se crea un "cono de poder" energético que envuelve al ser amado y a la persona que le desea. Para este ritual se necesita también la fotografía de la persona a trabajar mágicamente, su nombre y apellidos y lo mismo del solicitante.

Este trabajo lleva 72 horas. Los efectos pueden verse realizados entre día siguiente y máximo de 7 a 9 días.

Los amarres temporales realizados por medio de la Magia Blanca son rituales de amor básicos y generalmente utilizado para resolver de manera definitiva peleas y problemas de pareja de complejidad relativamente leves. Los efectos de este tipo de amarre son idénticos si se realizan hacia personas que viven en su misma ciudad o si se encuentran a miles de kilómetros de distancia.